Elijo la fotografía analógica por la magia de la química, la constante exploración, la ayuda para superar frustraciones y desarrollar la paciencia. En esta serie titulada "El color de la sombra" utilizo película de 120 mm.
Bolivia y Perú son países vecinos. Difícil sería imaginar sus calles sin la presencia de las mujeres que las visten de colores, algunas vendiendo pan, otras frutas y verduras, ropa o artesanías.
Las calles son de las mujeres; esas que no tienen horario laboral, sino que trabajan sin parar hasta obtener lo necesario para vivir el día. No importa si el cielo se dispone a llover o si el sol arrebata sus pieles, ellas estarán ahí como madres y trabajadoras. Ambos países, como muchos otros, son lugares con grandes desigualdades de género y la lucha de las mujeres se intensifica todos los días en las calles. La fuerza de la voluntad de estas mujeres, teñida de colores en sus ropas, le hace frente a esta realidad tan gris que rodea el mundo en el que vivimos.